La garganta de Ordiso tiene un descenso acuático, técnico y frío. En las partes más estrechas se forman movimientos de agua que pueden dificultar el descenso cuando el caudal es elevado. Consta de tramos abiertos, con grandes saltos para los más atrevidos y tramos estrechos con pasamanos delicados. La belleza de Bujaruelo será la guinda del pastel en este barranco.